PATRONES ENERGÉTICOS: ¿Qué son y cómo liberarlos?
por Gayrela Vuela.
Los patrones energéticos son informaciones sutiles alojadas en el campo energético de las personas que provienen de experiencias vividas en esta o en otras vidas. La mayoría de los patrones que traemos están anclados en el inconsciente. Éstos pueden ser de origen kármico y/o genético.
Generalmente nos reencarnamos en familias que tienen los mismos patrones que nosotros, de manera que así podemos portar esa información de vida en vida con el único objetivo de aprender, evolucionar y experimentar. En muchas ocasiones, nosotros mismos hemos sido nuestros propios ancestros y hemos generado nuestros patrones kármicos y genéticos a la vez.
Lo que sucede es que cuando realizamos una acción, la incluimos dentro de nuestro campo energético. Esta información es la responsable de atraer, como si se tratase de un imán, todo aquello que resuena con el patrón en cuestión: situaciones, eventos, personas, acciones…
Por ejemplo, si tenemos un patrón de maltrato atraeremos a nuestras vidas energías, informaciones, personas, acciones o situaciones que resuenen con el maltrato. Puede ser que nosotros maltratemos a otras personas, seamos maltratados o nos tratemos mal a nosotros mismos.
¿Cómo sanar un patrón energético?
Para poder sanar estos patrones insanos debemos hacer un trabajo personal. En primer lugar, tomar consciencia de qué patrones tenemos, de qué es lo que estamos atrayendo. Podemos preguntarnos: ¿Qué hay en mi vida que no me gusta? ¿Qué es lo que atraigo que me desagrada? ¿Cuáles son las situaciones repetitivas, dolorosas o traumáticas se repiten en mi vida?
El siguiente paso es tomar consciencia de que nosotros hemos creado esa realidad. Podemos preguntarnos: ¿Desde qué parte de mi he creado yo esto? Cuando tenemos un patrón energético no debemos echar la culpa a otros, no puedo echar “balones fuera” diciendo: “porque mi padre…, porque mi madre…, porque mi abuelo…, porque mi pareja…, porque mi jefe…, porque mis hijos…” Nosotros somos los únicos responsables de nuestras vidas. Si tenemos un patrón, esto se debe a que en algún momento lo hemos creado o incluido en nuestro campo energético, en esta vida o en otras vidas. La buena noticia es que, si nos hacemos responsables y dejamos de ser las víctimas de nuestra propia vida, pasamos a tener la llave, la solución a nuestros problemas.
Después de hacernos responsables podemos avanzar a la siguiente fase donde nos tenemos que perdonar a nosotros mismos por haber creado ese patrón (robo, maltrato, traición, castigo, machismo…), por haberlo introducido en nuestro campo áurico. Nos perdonamos por haber actuado desde esa energía y perdonamos a todos los que actúan desde esas energías. Si nos queremos perdonar a nosotros y a los demás, tendremos que pensar que esa energía, acción o patrón es perdonable.
Por ejemplo, no nos podemos perdonar por el maltrato si creemos que el maltrato es imperdonable, resultaría incoherente, ¿verdad? Así que tenemos que incorporar la idea en nuestro campo mental de que el maltrato y cualquier otro patrón es perdonable. Y para poder perdonar esa acción, tendremos que dejar de juzgarla. Así que finalmente llegamos a la conclusión, de que para sanar nuestros patrones energéticos tendremos que dejar de juzgar las acciones de las que derivan. El “No Juicio” es la gran sanación y el camino a la liberación de estas incómodas cargas. Para no juzgar, necesitamos entender que todos hemos hecho de todo a lo largo de las diversas encarnaciones que hemos vivido.
Siguiendo con nuestro ejemplo, tal vez nosotros en esta vida no hayamos maltratado a nadie, pero sí hemos podido haber maltratado en otras encarnaciones y cuando lo hicimos éramos seres menos evolucionados. Y si nosotros hemos podido hacerlo, ¿quiénes somos para juzgar a los que ahora lo están haciendo? Si deseamos dejar de atraer esas situaciones repetitivas en nuestras vidas, debemos dejar de juzgar a otros y a nosotros mismos por las acciones cometidas.
Toda esta toma de consciencia la podemos hacer desde nuestra parte más elevada, desde un plano espiritual. A otro nivel, el hecho de que podamos sanar (no juzgar, perdonar) un patrón de maltrato, robo o cualquier otro, no quiere decir que en esta vida tengamos que “poner la otra mejilla”. Es decir, si nos roban o si nos maltratan, desde un plano más terrenal nosotros obviamente podemos poner una denuncia por ello o reclamar la reparación del daño. El trabajo espiritual lo hacemos para poder liberar definitivamente ese patrón y dejar de atraer esas situaciones a la vida presente.
Recapitulemos entonces los pasos que hemos seguido:
1. Tomo consciencia del patrón que tengo.
2. Me hago responsable de mi patrón, yo lo he creado (en esta u otras encarnaciones).
3. Me perdono a mí y a los demás por interactuar con estas energías.
4. No me juzgo, no juzgo a los demás, no juzgo la acción.
5. Me libero y dejo de atraer lo que resuena con ese patrón.
Muchas gracias por llegar hasta aquí.
Con amor,
Gayrela Vuela.
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Muchas gracias por esta información, es un tema que últimamente estoy trabajando en mí y me interesa mucho. Gracias querido Gonza.